miércoles, 2 de marzo de 2016

CÓMO ME GUSTAN ESAS REUNIONES...


Cómo me gustan esas reuniones de amigos o familia, que de forma improvisada resultan tan agradables que no ves el momento de irte. Esos ratos, escasos y preciosos cuando te encuentras a gusto y relajada, y la energía del “buenrollismo” fluye felizmente entre todos los reunidos.

Y en eso estábamos aquella noche en mi casa, sin prisas, pidiendo unas pizzas que tardarían siglos en llegar, hablando de todo y de nada… (y en lo de hablar, a mi familia no nos gana nadie). Hasta que llegó el momento de las “genialidades”. Lo he bautizado con ese nombre porque supongo que a todos nos ocurre que al juntarte con más de tres personas en modo cool (léase: charla amena y distendida, para el que no sea cool…), llega el momento de las ideas geniales. Ideas para solucionar el país, ideas para solucionarle la vida a un amigo, para hacerte rico, para hacerte famoso…., o bien para ¡salvar al mundo a lo grande!

Y en aquella noche de “genialidades” nos dio por los INVENTOS. Inocentemente empezamos a comentar la noticia de que van a desaparecer los Chupa-Chups Kojak de toda la vida (tristemente para mí y para millones de adictos), eso nos llevó a analizar otros grandes inventos como el del Chupa-Chup: “…que si fue un invento español, que si también la fregona, que si "...¡no veas qué grandes somos los españoles inventando…!” (de algo hay que enorgullecerse cuando brindas, y es que ahora mismo no está el país para mucho orgullo…).

La cosa derivó en proponer cada uno el invento más necesario, egoístamente hablando eso sí, con la condición de que tuviera una mínima posibilidad de poder existir en un futuro medianamente cercano. Y bueno, la cosa no quedó nada mal, ahí va una selección de los mejores:
  •  Jorge comentó que sin duda, lo más útil (aunque no para él desde luego) sería un crecepelo potente, rápido y eficaz. Lo cual generó un largo debate paralelo sobre los intereses económicos de los laboratorios farmacéuticos, que nos tienen engañados con tantas cosas y que…bueno, no viene al caso.
  • Sandra con gran lucidez, expuso la gran aceptación que tendrían unas capsulas para teñir las malditas canas, cosa de la que ya se está hablando entre los grandes de la cosmética (y lo que nos llevó de nuevo al anterior debate de los intereses económicos que da para largo…).
  • Rocío propuso inventar por fin algo para picar que no engorde, pero que esté rico  y sabroso de verdad, no como esas mezclas de “abejorro y colipava” que sacan cada temporada y que no sólo saben a rayos, sino que te dejan el estómago con más hambre que antes. Que si tortitas de arroz, tortitas de maíz, de avena, de trigo…eso sí todo inflado, muy inflado.
  • Dani, variando un poco la línea, propuso un genial invento a cuyo desarrollo llegó después de comentar por encima la evidente necesidad de “teletransportación” a tu propia cama, una vez que te has “acoplao” en el sofá después de cenar. Sin duda, éste fue el más aplaudido por nuestra improvisada comunidad pseudocientífca.
  • Y por fin llegó mi turno, y humildemente diré que mi invento es sin duda el que revolucionará nuestra forma de entender el mundo, la vida, la  política y hasta la factura de la luz… Yo llevo tiempo pensando en una App para el móvil, tengo hasta el nombre y todo: “El Rebobineitor” (si, si veo mucho los dibujos de la tele con mis niñas…) Pero esta App será la caña de España, ya lo veréis.

Os pongo un ejemplo verídico e ilustrativo de sus posibles usos: Hace unos días, en una de esas mañanas en las que el tiempo corre más deprisa de lo normal y la logística para salir de casa y llevar a las niñas al cole no hizo más que jugarme malas pasadas, la gota que colmó el vaso fue meter la mano en mi bolso para coger las llaves y descubrir (entre gritos de estupefacción y cara de “ajopollo”…), que el yogur que guardé para tomármelo a media mañana (¿yo soy así de sana?), se había explotado innundando graciosamente cada uno de los rincones y enseres de mi preciado bolso…

En estas agradables circunstancias y rozando ya la hora límite para llegar al cole, opté por la eficacia, lavé las llaves y nos fuimos pitando. Os podéis imaginar lo laborioso y "divertido" que fue todo el proceso de recuperación del bolso y lo demás…

Y en aquellos momentos se me hizo la luz, me imaginé pulsando mi maravillosa App “El Rebobineitor” (de pago por supuesto…) y seleccionando la opción “5 minutos antes”. Y... ¡ya está!, saco el yogur, lo pongo en sitio seguro y escojo…ummm, ¡un plátano!, seguro que un plátano no me da problemas, porque siempre se puede confiar en un plátano…

7 comentarios:

  1. Ja ja ja, doy fe de que son así esas reuniones!! Eso sí, cuidado con los plátanos, a mi se me explotó uno en una mochila hace años, y desde entonces no me junto con ellos... :D

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    1. Eso mismo me ha dicho Laura al leer el Blog, jeje tendré más cuidado entonces!

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  2. El magnifico Rebobineitor me lo imagino en uno de esos publireportajes del Teletienda justo despues de las predicciones de Rappel!! XD Por cierto, Rappel invento el ponerse las gafas del reves! Arriba las patillas!

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    1. Que buenas todas las ideas. La de las cápsulas para canas justo el otro día se lo preguntaba a la peluquera, y me miró con una cara... Es q es un rollo eso de teñirse. Y el teletransporte debería ser ya inventado con urgencia... Me ha divertido mucho el post... Genial Yolanda

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    2. Que buenas todas las ideas. La de las cápsulas para canas justo el otro día se lo preguntaba a la peluquera, y me miró con una cara... Es q es un rollo eso de teñirse. Y el teletransporte debería ser ya inventado con urgencia... Me ha divertido mucho el post... Genial Yolanda

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